En
un sistema democrático el voto es de suma importancia: porque con su sufragio el
ciudadano es parte de un cambio en el sistema de gobierno, o puede manifestar
así su decisión de mantener el actual estado de cosas, según su preferencia
electoral.
Es
importante votar porque de esta manera puedes expresar tu posición política sin
necesidad de recurrir a la violencia. Los ciudadanos en cada país del mundo buscan
siempre cambios para mejorar, o ajustar el sistema o régimen de gobierno.
Podemos
decir que voto es el ejercicio del poder ciudadano. En él se resume la
esperanza del cambio en la búsqueda de mejores condiciones de desarrollo para
cada individuo.
Pero
como ya lo delineamos antes el voto es útil para manifestar enojo, confiar en
un cambio radical sin el uso de la fuerza o la coerción, lo mismo que para
eliminar la corrupción y la impunidad. O bien, quienes tienen el derecho a
votar pueden optar por mantener el sistema político y el rumbo de su país.
Jamás
el voto puede ser o estar dirigido, -caray, es difícil encontrar alguna
cualidad de este voto-, no puede ni debe estar sujeto a negociación alguna ni
por la oposición ni por quienes detentan el poder político. Eso es corromper a
la democracia.
Es
importante votar porque este ejercicio democrático es la mejor oportunidad de
demostrar que el ciudadano tiene en sus manos la decisión sobre el cambio del
sistema político o el dejar que continúe la misma situación en un país.
Es la decisión de los muchos sin voz, de tener una voz.