El presidente electo, Andrés
Manuel López Obrador, aceptó que el Ejército y la Marina no regresarán a sus
cuarteles a mediano plazo, ya que la Policía Federal aún no se consolidó y no
podría hacer frente a los grupos del crimen organizado.
Frente a la realidad del reto
que representan los grupos criminales y ante la falta de opciones para que
militares se retiren de la seguridad pública, López Obrador aceptó públicamente
que no se podrá dejar de utilizar a los soldados y marinos para proteger a la
población.
En conferencia de prensa, el
presidente electo dijo que la Policía Federal no está preparada para sustituir
las labores que hasta ahora desarrolla las secretarías de la Defensa Nacional
(Sedena) y de Marina-Armada de México (Semar).
FOTO: OBTURADOR.MX/Rafael Alvarado
Esta decisión del próximo presidente de México se produce luego de que durante su campaña a jefe del Ejecutivo criticó el uso de las fuerzas armadas en tareas de seguridad y comentara que con su empleo se trataba de “apagar el fuego con fuego”, pero hoy cambió su discurso y aceptó que las fuerzas armadas son necesarias para garantizar la seguridad pública en el país.
López Obrador dijo que ya se
reunión con los titulares de Sedena y Semar, Salvador Cienfuegos y Vidal
Soberón, respectivamente, quienes le dieron un panorama de la situación y
riesgos que representa el crimen organizado en México, además de presentarle
algunas propuestas para combatir con mayor eficacia a la criminalidad en el
país.
En paralelo, el presidente
electo dio a conocer que será a mediados de octubre cuando dé a conocer los
nombres de los próximos secretarios de la Defensa Nacional y de Marina.