El análisis de huellas dactilares ha dejado de ser el
principal medio por el cual el gobierno de Estados Unidos identifica a criminales
o migrantes ilegales.
Esto, debido a que desde 2011 empezó a perfeccionar la
llamada Identificación de Próxima Generación (NGI, por sus siglas en inglés),
que se basa en reconocimiento facial y algoritmos de Inteligencia Artificial.
De acuerdo con un informe de la Oficina de Rendición de
Cuentas del Gobierno de EU sobre el uso de la tecnología de reconocimiento
facial y sus aplicaciones, el FBI y el Departamento de Justicia incrementan su
base de datos para este fin gracias a
cámaras de video, escaneo de licencias de conducir, pasaportes y otros
documentos.