Siria cumplió siete años de guerra ininterrumpida, la cual ha dejado más de medio millón de personas muertas, entre ellas al menos 24 mil niños.
Según información del diario español El País, entre 165 mil y 400 mil civiles de Guta Oriental, y entre 350 mil y 700 mil de Afrin, han quedado atrapados en los dos principales frentes abiertos en el país y señala que al menos 200 civiles han muerto en Afrin en casi dos meses de ofensiva turca, mientras otros mil 100 en Guta en el casi mes de ofensiva aérea siria.
Además de las constantes tragedias y desolación que ha dejado esta guerra, se suman otras víctimas como los informes médicos de la organización SAMS, los cuales elevan a 200 mil los enfermos crónicos que han muerto por falta de tratamientos a causa del férreo embargo que pesa sobre el país, los cercos y la destrucción de la mitad de los centros médicos. Se suman también 50 mil desaparecidos y los 45 mil presos que, según el recuento de activistas, han muerto bajo la tortura en las cárceles sirias, informó El País.
Con el 27% de los hogares destruidos, los alquileres se han disparado y convertido en el principal gasto para una magra economía doméstica. Varias familias se hacinan en un mismo piso y, juntando todo sueldo que entre en sus bolsillos, logran cerrar el mes. La factura macroeconómica del conflicto asciende a 200.000 millones de euros, pero a nivel micro, los sirios no tienen una sola lira con la que reconstruir sus hogares.